Devino Catas me invitó a dirigir una cata en el Celler Brugarol en Palamós (Girona) el pasado 29 de septiembre. ¿El motivo de la cata? Presentar algunos vinos del Empordà a un grupo de bloggers invitados por el gobierno local.
El lugar era fantástico. Hacía un sol radiante a pesar que el pronóstico meteorológico era que cayeran chuzos de punta. Con dos horas de retraso empezamos la cata en este entorno, rodeados de una arquitectura de vanguardia y de viñas resplandecientes. Doce vinos desfilaron según el siguiente orden:
Blancos
- Mar 2011 (Picapoll y Malvasía) del Celler Mas Oller (Torrent)
- Amic Clos d’Agon 2012 (Garnacha blanca, Macabeu, Viognier, Marsanne y Roussanne) de Clos d’Agon (Calonge)
- Bell-lloc 2011 (Xarel.lo, Moscatel de grano menudo y Malvasía) de Celler Brugarol
- CTÒNIA 2012 (Garnacha blanca) del Celler Masía Serra (Cantallops)
- Clos d’Agon MO 2010 (Roussanne, Viognier y Marsanne) de Clos d’Agon
Tintos
- Pur 2011 (Syrah, Garnacha, Cabernet Sauvignon) del Celler Mas Oller
- Bell-lloc 2009 (Lledoner, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Samsó) del Celler Brugarol
- Bell-lloc 2008 (Lledoner, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Samsó)
- Amic Clos d’Agon 2011 (Garnacha, Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah)
- AROA 2008 (Garnacha y Marselan) del Celler Masía Serra
- Clos d’Agon MO 2008 (Cabernet Franc, Syrah, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot y Merlot)
Dulces
- Bell-lloc 2011: me recuerda a los finos en rama que caté directamente de la bota con mi amigo Manel la primavera pasada en Montilla. Aromáticos y densos.
- Bell-lloc 2008: aroma extraño. Necesita decantación, tras lo cual mejora mucho. Es profundo y suave.
- Aroa 2008: una fuerte personalidad para un vino hecho con la variedad reina en el Empordà.
- Clos d’Agon MO 2008: delgado y delicado.
- INO: dulce con un fuerte carácter hecho de mezcla de las añadas 94, 97, 00, 03, 06 y 2008, además de un 5% de una solera fundacional que se remonta a 1860.
Una observación interesante es constatar la diferencia de estilo entre los vinos hechos según la tradición local y los de nuevo cuño hechos hoy en día.
Lledoner (Garnacha) y Samsó (Cariñena) eran las dos variedades tintas tradicionales. En blancos lo eran la Garnacha blanca y el Macabeu (Viura). La mayoría de las variedades autorizadas por el Consejo Regulador de la D.O. Empordà (creada en el 2006) -y otras experimentales- no estaban autorizadas bajo el mandato del CC.RR. anterior bajo la D.O. Ampurdán-Costa Brava (1975). Algunas bodegas continuaron trabajando con las variedades locales, mientras otras empezaron a experimentar con variedades foráneas, a veces mezcladas con variedades locales y otras veces, no.
Esta situación permite intuir un futuro rico y complejo. Algunas de las nuevas variedades se establecerán por su buena adaptación, mientras otras desaparecerán, pero en cualquier caso la D.O. Empordà difícilmente conseguirá un mayor reconocimiento mundial, con sus escasas 2.000 hectáreas y una producción de unos 80.000 hectolitros, si no consiguen desarrollar en conjunto un mayor entendimiento de sus suelos, clima y variedades -además de mejorar la comunicación para dar una imagen más consistente. Mientras, algunas bodegas seguirán brillando por méritos propios.
He de decir que me lo pasé muy bien. El Celler Brugarol, dentro de la Finca Bell-lloc, tiene un hotel rural estupendo. Y mejor es su equipo humano.
Todos sus productos son orgánicos: carne, queso, miel, embutidos, mermelada, verduras… y todos los producen ellos. Comimos en una finca adyacente con mi amigo y también sommelier Carlos Córdoba. El producto era sencillo, «cassolà» -como diríamos en catalán- y delicioso. En una palabra, perfecto.